domingo, 31 de julio de 2011

México

México es un país grande en muchos sentidos; es un país que cuenta con una geografía generosa, que le ha otorgado costas con los 2 océanos más grandes del mundo y con uno de los mares más bellos; cuenta con una historia sobresaliente, en la que ha perdido grandes territorios y ha peleado contra las principales potencias del mundo en distintos momentos, todo esto ha ocasionado un mestizaje del que debemos estar orgullosos, somos una mezcla heterogénea de personas provenientes de todos los rincones del planeta; México tiene una belleza y una diversidad impresionante de ecosistemas, gastronomía, lenguas y culturas.

México es un país que a pesar de ser pobre se engrandece cuando tiene la oportunidad, siempre que ocurre un desastre natural el pueblo mexicano se une y aporta grandes cantidades de ayuda económica y en especie, en más de 1 ocasión ha sido el país que más ayuda ha brindado a nivel mundial. Somos un país solidario.

A pesar de que parezca algo irrelevante, es impresionante la manera en la que el país se une cuando juega la selección de futbol. La playera verde es usada desde Tijuana hasta Mérida. Personas que normalmente no creerían tener  nada en común logran identificarse en estas circunstancias. Sentimos que somos un todo, sentimos que tenemos que estar juntos.

No quiero parecer pesimista pero tengo que denunciar la realidad: En el 2011 México está jodido. A pesar de todo lo mencionado anteriormente somos un país con graves problemas de justicia social, somos de los países más desiguales del globo y estamos viviendo una de las peores crisis de inseguridad de la historia.

¿Qué pasaría si un día cotidiano los mexicanos decidiéramos ayudar a nuestro propio país tanto como lo hacemos cuando ocurre un desastre natural en algún lugar recóndito del planeta? ¿Qué pasaría si un día decidiéramos unirnos tanto como cuando juega la selección por un periodo mayor a 2 horas?

Creo que los mexicanos somos una sociedad ingenua, que se ilusiona con partidos de futbol y que sigue creyendo firmemente en las cosas más abstractas que pasan por nuestra imaginación, incluso me atrevería a decir que en muchos aspectos somos una sociedad surrealista. Hemos permitido que sucedan las cosas más bizarras y nos hemos acostumbrado a vivir con ellas, como tener al hombre más rico del mundo y al mismo tiempo tener personas que no tienen nada que comer en la misma ciudad. Sin embargo, considero que esta capacidad de asombro y de credulidad es la misma que nos puede ayudar a salir adelante si sabemos cómo canalizarla. Aunque me surge otra pregunta, ¿he hecho bien en hablar en plural?

¿Somos México o México es?

Creo que cuando sucede un desastre natural o cuando juega la selección o cuando todo el país se conmueve y se une estamos siendo México. Pero tristemente, la mayor parte del tiempo sólo dejamos que sea. Quizás por eso estamos jodidos. 

viernes, 1 de julio de 2011

La NarvArte

La colonia Narvarte es una chulada. Es un lugar vivo, con una ubicación privilegiada; colinda con algunas de las arterias más importantes de la ciudad y sin embargo no es bulliciosa ni incómoda.

Todavía existe paz, como si el DF hubiera decidido otorgarle una tregua. Es un lugar donde aún existe el sentido de lo artesanal, se puede encontrar gastronomía sumamente diversa, que nos recuerda la procedencia de todas las personas que llegaron para enriquecer la vida de la colonia.

A pesar de que cada vez es más común encontrar negocios nuevos, el crecimiento no es desmedido como en otras zonas de la ciudad, aquí se ha preservado la esencia.

En ella existen casonas de principios del siglo pasado, condominios sesenteros y hogares minimalistas ultra-chic. No se contradicen unos con otros, hay una imagen armónica y agradable.

La colonia Narvarte está en el norte del sur y en el sur del norte.

La colonia Narvarte es una chulada.