jueves, 27 de octubre de 2011

Volver

Cuando pensaba que ya había descifrado suficiente, me había cansado de pensar y había vuelto a empezar… llegó Europa, seductora, refinada, vieja pero con espíritu joven, sabia y fría.

Llegaron los castillos, los jardines, los molinos, las lenguas imposibles de entender, y ahí, en medio del cuento, me di cuenta que quería despertar otra vez en Torreón. Quería que el pino fuera palmera; no quería un diccionario de cervezas, sólo clara u obscura; que los viejos escondidos en asilos salieran a bailar a la plaza de armas; que ese acordeón melancólico tocara algunas notas de cumbia; que la gente dejara de estresarse por relojes y empezara a apreciar los atardeceres.

Hace mucho tiempo que no era tan feliz, vivo muy relajado, pienso en cosas más bonitas, y como un masoquista, quiero dejar atrás este confort, volver al lugar donde hay problemas graves, intentar hacer cosas, creer que en algún momento allá tendremos la paz y la certidumbre de acá; pero con palmeras, con cerveza clara u obscura, con viejos bailando en la plaza de armas una cumbia bajo el cielo color durazno.

lunes, 17 de octubre de 2011

América Latina

Todo en esta vida tiene matices. Nada más maduro que la síntesis que surge del diálogo entre una tesis y una antítesis. Nada más sabroso que la mezcla entre dos sustancias y el resultado de ésta. Nada como Latinoamérica.

jueves, 13 de octubre de 2011

Danke Dortmund

Qué gusto que tuvimos tantas semanas cálidas, para beber cervezas igual de frías que el clima en estos momentos.

Qué suerte que por azares del destino decidimos, sin ponernos de acuerdo, que la parte trasera de la iglesia más ecléctica y bonita fuera nuestro lugar de reunión.

Qué conveniente fue para nuestra economía tropezarnos con los kebabs de Ali-Baba, que en poco tiempo se convirtió en nuestro lugar de afters.

Qué bueno que el flautista hippie del centro, don Kopácsy , Carolin Krabs, los jugadores del Borussia y los vagabundos que buscan botellas se hayan cruzado en nuestro camino.

Qué bien nos la hemos pasado... y falta más de la mitad. 

miércoles, 5 de octubre de 2011

Guacala

El dorado y plateado brillante de los casquillos no combina con las paredes rojas de Taxco, ni de Pátzcuaro, ni con la cantera de Morelia o Zacatecas.

Un arma rusa vieja que escupe plomo no tiene por qué estar al lado de un sombrero de palma, un huarache de mecate o una jarana de cedro.

Ed Hardy se ve horrible al lado de un huipil y el Buchanan’s nunca debió de haber sustituido a la Charanda.

Cuando en medio de un conflicto las expresiones globales conviven de forma tan deplorable con las costumbres locales el resultado es asqueroso. Problema doméstico, ejecutado por personas de la región, motivado por demanda extranjera. La cara fea de la globalización. 

martes, 4 de octubre de 2011

El vacío

Llevo mucho tiempo indignado con el valor que se le ha dado a los términos “artístico” y “alternativo”. Si bien considero que es necesario apoyar proyectos de difusión cultural, creo que se ha malinterpretado el sentido de esto y de todas sus implicaciones.

Actualmente existen expresiones visuales que se autodenominan artísticas y que se encuentran presentes en círculos elitistas. Cabe mencionar que siempre ha existido cierta relación arte-élite, siendo lo primero algo que encaja perfectamente en el mercado capitalista.

Sin embargo pareciera que la importancia que han adquirido las expresiones visuales, sumado a la facilidad con la que el mercado digiere los nuevos gustos y preferencias (y los transforma en alternativas de consumo) hubiese impregnado a círculos enteros en todo el globo, para los cuales el consumo de estas expresiones se traduce en status. Esta producción se escuda bajo los términos de “arte” o “alternancia”, sin siquiera haber hecho una pequeña consideración a lo que estos conceptos se refieren.

Las producciones derivadas de este fenómeno, en la mayoría de los casos, están huecas. Si bien puede existir un “sin sentido”, que de alguna forma busque construir o destruir una idea de vacío utilizando metáforas o cualquier otra herramienta para justificarse o argumentar una crítica, ese no es el caso en estas expresiones, las cuales contribuyen a reproducir el consumo sin conciencia ni argumentos, sin una motivación para que esto cambie o permanezca.

Obras que se autodenominan artísticas y no lo merecen, porque no pretenden nada con el arte ni con nadie. Productos que se reclaman alternativos pero son parte del mismo sistema y sólo existen gracias a los hábitos consumistas.

Barrios enteros aumentando sus precios y su supuesto status por este nuevo intento de diferenciación que no logra su propósito, porque no hay tal. Todo sucede, sin consciencia ni autocrítica.