martes, 25 de marzo de 2014

Escusados alemanes

A Mario

En Dortmund había un miedo que nunca se iba. Mayor al de la indigestión provocada por el kurrywurst o al riesgo de quedar congelado en la crudeza del invierno ruhrgebietano, mayor incluso a perder un partido contra el Scheiße 04. Era el pavor a que los excrementos chocaran con el propio cuerpo, ante la forma curvilínea y peculiar de los escusados alemanes. 


domingo, 2 de marzo de 2014

Ciudad sonámbula

De noche la ciudad es intermitente, las luces guiñen y si se pone atención al techo se puede ver un punto rojo diminuto. Aparecen leyendas, hoyos negros y sirenas de policía.

Al fondo de todo se asoman las colillas de la mancha urbana; Lerdo, ¿Bermejillo?, Matamoros. El silencio es un espejismo auditivo, los ladridos de los perros, el chillido del tren y las notas acordionescas perdidas en el aire le dan voz a la región.

Si se vive este espectáculo con la compañía de alguien especial el momento puede rayar en lo mágico.