viernes, 28 de septiembre de 2012

Aquí seguimos



Sin alabar regionalismos absurdos, me quito el sombrero ante la gente de esta ciudad. 

Si hace seis años nos hubieran pintado un panorama hacia el futuro como el que tenemos hoy, la gran mayoría hubiera optado por huir, y sin embargo, aquí seguimos. 

Los que nos fuimos volvemos y los que se quedaron aguantan. 

Las cicatrices de la ciudad no le borran la sonrisa. Respirar plomo no la asfixia. 

Para mí es más valiente la gente que se quedó a trabajar y a superar esta crisis o que se fue porque no tenía otra opción, que los soldados que fueron obligados a venir a disparar. 

Ya estamos tocando fondo; falta poco para empezar a levantarnos.

miércoles, 11 de julio de 2012

El candado lagunero

Hoy me obligaron a pensar en Torreón; en todo lo que me gusta y me disgusta. Definitivamente gana lo primero, pero hace falta un poco más de crítica.


Omitiendo las gorditas, el calor, los balazos o el Santos, intenté pensar en algo más esencial, en lo que no es palpable y nos define.
Recordé una de las frases más repetidas en la región: "Vencimos al desierto".
Nos sentimos orgullosos de eso, levantamos una mancha metropolitana de más de un millón de personas en menos de 100 años, como un oasis, en medio de la nada. Somos la cuna de muchas de las empresas más exitosas a nivel nacional y continental. Tenemos, como en el Ruhrgebiet, una cultura industrial.
Quisimos pensar que el desierto nos la pelaba; que el ecosistema que nos dejó formarnos y superarnos nos había obligado a deformarlo y superarlo. Se nos olvidó convivir con él.
Me acordé también del arsénico en el agua, el plomo en la sangre, los 30 millones de pollos y las vacas que superan el medio millón. Los ríos sin agua, la laguna desértica.
Se me ocurrió entonces reformular el slogan expuesto anteriormente, quizás debería de ser: "Nos cogimos al desierto y nos hicimos un candado".
(Para los que no sepan, "el candado" es una posición en la que el pene se introduce en el ano de la misma persona, en otras palabras, nos autocogimos).

lunes, 2 de julio de 2012

Despeñadero


En estos momentos gran parte del país tiene un desmadre emocional; tristeza, desesperación, enojo, incredulidad.

A pesar de que llevamos meses esperando el resultado, escuchando en los medios que Enrique Peña Nieto tiene una ventaja irrevocable y que el PRI volverá a gobernar, saber que esto ya está sucediendo opaca por completo cualquier ilusión.

Después de darle vueltas todo el día pensé en qué hubiera pasado si cualquier otro candidato de nuestra preferencia hubiera ganado. Llegué a la conclusión de que fuera de sentir que tuvimos un triunfo electoral y que logramos escupir la historia que los medios han querido que nos traguemos, el 2 de Julio no es tan diferente al 30 de Junio.

Seguimos siendo un país con graves problemas económicos, con la mitad de nuestra población viviendo en la pobreza, con una guerra contra el narcotráfico que se ha llevado a más de 60’000 personas en el último sexenio y con un futuro muy borroso.

Dudo que con este cambio en el ejecutivo existan grandes mejorías, como tampoco sucedió con los anteriores presidentes panistas. Dudo, por otro lado, que las clases acomodadas tengan algo de qué preocuparse. Creo que seguiremos viviendo en un sistema similar, con un inepto como presidente, pero con la muy celebrada estabilidad macroeconómica del último sexenio. Cambiarán funcionarios, cambiará el color de la publicidad del gobierno federal, pero se seguirá reaccionando lento a los problemas. La clase media seguirá estando en medio y los gritos de abajo serán silenciados con despensas o simplemente no se les acercará un micrófono.

Dudo también que los jóvenes (no hay que ser estudiante ni veinteañero para seguir siendo un joven) nos conformemos. Creo que con el paso de los meses bajará la intensidad de los reclamos, pero los que ya nos paramos no nos vamos a volver a sentar.

Esta bofetada histórica va a provocar que los que queríamos abrir los ojos terminemos por despertarnos. El clima previo al proceso nos demostró que somos muchos los inconformes y que contamos con medios para expresarnos. 

Sería muy ingenuo pensar que todo lo que hemos hecho hasta ahora se quedará en el aire, si ayer fueron las elecciones y hoy amanecimos con Peña Nieto como presidente, entonces esto apenas empieza.

¡Ánimo México!

viernes, 8 de junio de 2012

Torreón puede ser que sea


Torreón es un lugar intermedio, un purgatorio, ¿un surrealista o un bipolar?

Un lugar que piensa poco, pero que tiene problemas graves; puede ser que le guste simplificar sus respuestas.

Un lugar que se va a los extremos y es poco amable en sus estaciones del tiempo; puede ser que disfrute de la discrepancia.

Un lugar que tiene todo para hundirse, pero sale a flote e incluso florece; puede ser que se burle de los pesimistas. 

jueves, 7 de junio de 2012

La responsabilidad pesada


Lo más comprensible es que en un problema tan heterogéneo y con tantos matices, con tantos dimes y diretes, con tantos muertos, persistan dos sopas.

Hay gente que defiende las balas disparadas bajo la creencia de que a largo plazo se cosecharán los frutos. Hay gente que vela al presente y levanta la voz contra los tristes sucesos que ocurren en este momento.

Existe algo que rompe la tensión; la realidad actual. Los resultados a corto, mediano o largo plazo, pasan a ser lo que son, momentos indefinidos. El presente grita y se manifiesta.

Jugando con números fríos, hay 60’000 fantasmas más que hace 6 años (según las cifras oficiales).

El promedio de integrantes en cada familia mexicana es de 4 personas, entonces (2x4=24) hay 240’000 personas afectadas por un deceso en su familia nuclear.

Esas 240’000 víctimas conocían a muchas más personas, ahí sí es incalculable el número de afectados indirectos.

Todos esos millones de receptores están conscientes del desastre, estas “víctimas colaterales” tienen nombres, apellidos, edades, opiniones y sentimientos que justifican y legitiman cualquier reclamo al ejecutor de esta guerra.

Nadie es prescindible en esta democracia fallida, nadie es reductible a un número, a una tendencia ni a una categoría improvisada por un gobierno sin pies ni cabeza, ninguna guerra es la respuesta a los problemas sociales, ningún estadista puede ver a los ojos y sostener su opinión ante un afectado.

El rumbo no se corrigió… el problema quedará para el que sigue. Por ahí se escucha un eco que clama juicio político.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Quadrimanía


Quatro candidatos...

Hace tres días vi el debate, hace dos días vi cómo repartían figuras de cartón con la silueta de los lentes y el bigote de Quadri, ayer vi un periódico que en su primera plana tenía una imagen del mismo candidato en pop-art, hoy decidí escribir de esto.

Las combis, los lentes, el bigote, la camisa desfajada y el saco de pana dejaron de ser una imagen, se casaron con el buen discurso de una persona bastante capaz en su campo, y se convirtieron en un argumento, fue sorpresivo ver cómo creció Gabriel Quadri en followers, likes y lo más importante, preferencias electorales.

No tener nada qué perder da una flexibilidad mayor a la del resto de los candidatos, mayor incluso al porcentaje de crecimiento obtenido después del debate. Representar una cuarta opción con muy pocas posibilidades puede ser muy cómodo; puede también “enriquecer el debate político y la vida pública”, convertirse en una opción muy atractiva para los indecisos.

Desde que comenzaron las campañas de los cuatro candidatos sólo he tenido la oportunidad de ver en persona a Quadri, me dio la impresión de ser una persona inteligente, con propuestas muy innovadoras, y consciente de que su partido no tiene la posibilidad de competir con los otros tres monstruos.
Hay dos cosas que es importante destacar: la capacidad profesional de Gabriel en su campo, y la descalificación a los “políticos convencionales”.

En el área de ciencia y tecnología es claro que el resto de los participantes en la contienda no tienen nada que decirle a nuestro amigo bigotón, también es cierto que es necesario impulsar este campo para lograr un mayor desarrollo en el país. Sin embargo al ser cuestionado sobre temas de desarrollo social o seguridad (quizás los dos problemas más grandes del país en este momento) sus propuestas se derriten.

El negarse a ser considerado un político resulta un gravísimo error al estar contendiendo por la presidencia de la república. El estar presente en un debate del Instituto Federal Electoral con el resto de los candidatos implica estar dentro de un grupo político; querer gobernar un país requiere de conocimientos amplios en esta disciplina; el hecho de que el IFE haya descartado a más de cincuenta candidatos ciudadanos a la presidencia (desde Clouthier hasta Juanito) significa que los cuatro finalistas pertenecen a partidos políticos, como los de siempre.

Probablemente la consideración más grande que habría que tener es qué tan lejos está el discurso político de este compadre de los intereses de su partido, el PANAL, el cual es bien sabido que obedece a intereses políticos de Elba Esther Gordillo.

Independientemente del derecho universal de banda ancha, de las energías renovables, del alto a los subsidios a la gasolina, de las comparaciones con países nórdicos y del resto de propuestas deseables, está un candidato que no va sólo, que surgió espontáneamente y fue catapultado por un partido que nunca gozará de credibilidad por ir de la mano precisamente de la figura que ha ocasionado el tropiezo de la educación en este país.

Es muy entendible que exista desencanto hacia los otros tres, pero la cuarta opción seductora merece también una crítica. El apoyo ciego después de un discurso televisado (por fin) es muy parecido al que existe con los nuevos militantes seducidos por los partidos de siempre; y es precisamente en este punto donde vale la pena cuestionarse qué tan factible es que el PANAL cristalice sus propuestas, utilizando el mismo argumento con el que Quadri arremetió contra “los políticos de siempre” y creció más del 1000% en internet, el nuevo derecho humano de todos los mexicanos.

viernes, 30 de marzo de 2012

El mexicano y la muerte

Aquí se festeja a la vida
Riendo y llorando con ella
A veces temiendo perderla
Amándola cada día más

Hace unas semanas una amiga de Canarias me preguntó a cerca de la relación que había entre los mexicanos y la muerte, quizás habiendo visto imágenes coloridas del día de muertos en alguna revista de historia o de avión y muy probablemente habiendo visto imágenes de muertos de verdad en algún periódico o noticiero, producto de la actual crisis de inseguridad que vivimos en el país.

Le dije que había que separar entre esas dos cosas: una es una tradición antiquísima de la que muchos mexicanos (a pesar de ser geográfica y culturalmente ajenos) nos sentimos orgullosos y otra es una situación que nos causa molestia escuchar, sorpresiva hasta para nosotros mismos, dolorosa, presente.

Hace unos días leyendo analogías del axolote y algunos textos de Ibargüengoitia me puse a pensar si existiría alguna relación entre esa concepción de la muerte asociada con lo alegre que muchos mexicanos presumimos y los sentimientos encontrados por esta guerra evitable.

Probablemente muchos de nosotros (es cierto que el problema no tiene la misma magnitud en todo el país) vivimos con miedo a la muerte, la incertidumbre del cuándo y el dónde son más comunes, algunos la hemos visto de cerca y otros 50’000 ya están con ella.

¿Será que ese tono burlesco hacia la muerte aprendido desde niños ahora se hace presente? ¿Será que es un miedo inmenso disfrazado de risa nerviosa?


p.d.- La tradición cultural nació siglos antes que el problema de inseguridad actual, es claro que no existe una relación histórica directa, pero sí muchas coincidencias y asociaciones contrastantes, así como la incomodidad de habernos contradicho en nuestra alegre y ecléctica concepción de la catrina. El 2 de Noviembre se desbordó del pueblo purépecha e inundó todo el país, no sólo geográficamente sino temporalmente; todos los días son día de muertos. 

miércoles, 21 de marzo de 2012

Vargas Mota

No está mal que Vargas Llosa esté orgulloso del neoliberalismo o emita su punto de vista sobre las elecciones en México. Al final se trata de una persona que quiere el bien, desde su muy peculiar punto de vista.

Lo que sorprende es que se trate de un escritor latinoamericano y que exista tal falta de sensibilidad al apoyar abiertamente una guerra, al hablar de política de forma tan parcial cada vez que asiste a una entrega de premios o a una conferencia y al no ayudarnos a sus lectores a separar entre su obra y su ideología. Nos la pone difícil este premio nobel de “la paz”. 

martes, 17 de enero de 2012

Distrito Federal

Olor a tacos de canasta; canasta básica que encarece y el metro ya cuesta tres; tres mujeres que hablan náhuatl y visten color pastel; pastel parece Bellas Artes por su forma y su color; color contrastante en las caras; caras las cuentas de luz; luz verde al peatón en el centro; centro de empedradas calles; calles churriguerescas y enredadas, laberinto de ciudad; ciudad, corazón, capital, Distrito Federal.