viernes, 2 de octubre de 2015

Clima inglés

Siempre había escuchado que el hecho de no ver el sol por mucho tiempo podía influir de manera negativa en el estado de ánimo. A lo largo de mi vida he pasado temporadas grandes en lugares sumamente fríos, pero ninguno tan nublado como esta isla.

El ambiente y el cielo son grises. Hay destellos de calidez en la gente, pero la geografía determinó que aquí el sol sería un recurso escaso y lujoso. Casi siempre hay que escoger entre un interior con luz artificial o un exterior lluvioso.

El día y la noche pueden tornarse extremos y condenar a la gente a encierros prolongados. Pero hace poco me di cuenta que a pesar de la adversidad climatológica, tu voz iluminaba. No importaba si era medio día o media noche.

El hecho de oírte pronunciar unas palabras era suficiente para sacarme una sonrisa. Y me atrevo a decir que eso sería contagioso; si cualquier anglosajón con cara larga te oyera, se pondría feliz. No me quiero imaginar otros sentidos. Oler o ver a esa persona tan bella que está al otro lado del teléfono y del mundo, ya sería un escándalo.

Qué poderosa y tramposa es la mente, que con percibir que estoy contigo, aunque sea de manera virtual, ya no siento necesidad de masticar comida picosa ni de escuchar acordeones.

Eres lo que ilumina el cielo que veo todos los días.