1:
Mi ecosistema favorito es el desierto.
El paisaje es hipnótico, lineal pero diverso. Contrario a lo
que muchos piensan, abunda la vida.
Tiene una onda lúdica, se burla de nosotros con sus
espejismos y es capaz de pasar del verano más deshidratador al invierno más
crudo en sólo 24 horas.
2:
Los últimos meses he tenido la oportunidad de pasar mucho
tiempo en la carretera.
Del valle de México a la Sierra de Zongolica; de la Huasteca
a la Mixteca; de comunidad indígena a megalópolis. Mesoamérica se exhibe:
verde, colorida, exuberante.
Hoy, llegando al norte, me quedé mirando por la ventana más de dos horas, enamorado. Ya necesitaba mi dosis de desierto.